jueves, 19 de noviembre de 2009

Dime cómo eres y hablaré de tus modales


Recuerdo esa frase que repetía mi madre: “come en tu casa como si estuvieras con el rey, para que cuando estés con el rey, comas como en tu casa”. Una frase que deberíamos tener siempre en mente a la hora de sentarnos a la mesa.

El correcto uso de los cubiertos es una gran muestra de educación por lo que a continuación encontrarás algunos puntos relevantes que deberás considerar para su uso.

Como regla general, todos los cubiertos se cogen por el mango en su parte superior. El tenedor se toma con la mano derecha y con las púas hacia arriba. Se utiliza para llevar los alimentos a la boca, y para trocear alimentos blandos como verduras, tortillas y huevos. Si se utiliza con el cuchillo, el tenedor se coge con la mano izquierda y las púas hacia abajo, siendo su misión llevar los alimentos a la boca.

La cuchara, se coge con la mano derecha y la concavidad hacia arriba. Es utilizada para alimentos líquidos (sopas), pastosos (cremas, purés) y otros platos como legumbres y platos caldosos. Al igual que el tenedor se usa entre los dedos pulgar, índice y corazón.

El cuchillo se sujeta con la mano derecha y el filo hacia abajo. Y se utiliza haciendo una ligera presión con el dedo índice, por la parte opuesta al filo. El cuchillo nunca se lleva a la boca, ni se chupa ni se limpia (con la boca o la servilleta). La función del cuchillo es cortar o trocear los alimentos.

“Ninguna de las piezas de la cubertería se limpia con la servilleta”.

La cuchara se puede utilizar con el tenedor únicamente para servir ensalada. Aunque existen gran variedad de cubiertos, por regla general, se utilizan solamente los más básicos, ya que los demás pueden no ser necesarios.

“La comida se lleva a la boca, no la boca a la comida”

Cuando se trata de pocos comensales, en algunos restaurantes, se colocan los cubiertos a medida que se cambian los platos.

Si mientras estamos en torno a la mesa, queremos hacer una pausa, los cubiertos deben reposar en el plato y no sobre el mantel o la servilleta. Se deben colocar en un ángulo de 45°, el tenedor con las púas hacia abajo y el cuchillo con el filo hacia adentro.

Si al terminar deseamos que nos retiren el plato, los cubiertos deberán estar colocados de forma paralela, a un lado del plato (similar a las cuatro y veinte, en las manecillas de un reloj).

Los alimentos se cortan a medida que se van comiendo. Solamente se permite que se corten completamente cuando se trata de niños, de personas incapacitadas o de edad muy avanzada.

Los cubiertos se utilizan de afuera hacia dentro y se colocarán siguiendo el orden de los alimentos que se servirán. La esencia de los buenos modales en la mesa es actuar con naturalidad, de esta forma, si comentes un error, difícilmente será notorio.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Lente obscuro en cuarto obscuro...


Recuerdo esa frase ochentera de “lente obscuro en cuarto obscuro… ¡Naco seguro!”

Efectivamente, los lentes de sol tienen una función primordial y es la de proteger a nuestros ojos de las exposiciones al sol y de las radiaciones nocivas que éste puede producir.

En muchas ocasiones también se utilizan por razones estéticas, pero aquí hay una serie de consejos a seguir para el uso correcto de los lentes de sol y no parecer al de aquella frase ochentera.

1. Utilízalos siempre en espacios abiertos. Nunca debes entrar con ellos puestos a ningún lugar cerrado, ya sea restaurante, iglesia, comercio, etc. Las únicas excepciones aplican cuando se presenta alguna lesión ocular o algún otro motivo de salud.

2. Debes quitarlos siempre que hables con otra persona en cualquier lugar, ya que se considera una falta de educación permanecer con ellos puestos en una conversación. También aplica esta regla cuando nos presentan.

No importa si eres hombre o mujer.

3. Si la vestimenta es de etiqueta, será mejor olvidarse de ellos, a menos que se requieran para algún cuidado de la salud, por lo que se recomienda que sean lo más discretos posible.

4. Cuando no utilices los lentes de sol, guárdalos siempre en el bolsillo, en su funda o en tu bolso. No los coloques encima de la mesa de un restaurante, en la cabeza como diadema o colgados del escote.

5. Si te los quitas por un momento para hablar o saludar, no juegues con ellos, no chupes las patillas o algo semejante.

Un cristal para cada ocasión

El uso de los lentes de sol no es sólo una buena forma de complementar un estilo determinado. Hay que tomar muy en cuenta la importancia que tiene la filtración de los rayos solares en nuestra piel y sobre la visión y por ello no es aconsejable comprarse unos lentes que sean imitación ya que no cuentan con ninguna protección contra los rayos UVA.

Elige los lentes dependiendo de tu tipo de piel y del uso que les des. El color y tono del cristal resultan fundamentales.

Si el color de la lente es marrón filtrará las radiaciones azules, aumentando el contraste y la profundidad de campo; ideal para los deportes al aire libre, ya que producen un efecto relajante. Si prefieres que tus lentes de sol no distorsionen los colores, lo mejor es que optes por los cristales de color gris.

Al igual que el color gris, el verde mantiene la fidelidad de los colores y son óptimos para ambientes al aire libre, sobre todo, con mucha luz. Si prefieres unos lentes con los cristales de color amarillo, deberás saber que aumentan el contraste y potencian la visión en tres dimensiones, por lo que se obtiene una excelente profundidad de campo; son ideales para conducir cuando hay niebla y para deportes de movimientos rápidos, como el tenis.

jueves, 5 de noviembre de 2009

Maquíllate para la ocasión


Lo primero que debes considerar para un buen maquillaje es que lo hagas según la ocasión. Aquí te damos algunos consejos ya que si tu maquillaje es adecuado, ¡entonces lucirás espléndida!

Para ir a la oficina

En el mundo laboral, opta por un maquillaje serio y austero. Debes prestar atención a todo el maquillaje en general, pero evita los detalles minimalistas y demasiado sofisticados.

Una buena solución es utilizar una base fluida duradera, uno poco de color en las mejillas; los ojos con una sombra y delineado sutiles. Pon un toque de color a tus labios o un gloss para darles un poco de brillo.

Comida de Negocios

A pesar de que sigue tratándose del ámbito laboral, es un compromiso más especial. Lo mejor es continuar con las líneas básicas del maquillaje que utilizas para ir a trabajar, pero resaltando algunos aspectos. En este sentido, puedes darle un poco más de color a tus labios o, con el lápiz, enfatizar ligeramente tu mirada.

Ir a clases

Ante todo, evita el exceso de maquillaje. Recuerda que vas a clases y no a una fiesta. Ilumina tu piel con un poco de rubor y polvos. Como punto final, aplícate rímel transparente o de color suave.

Entrevista de trabajo

La primera impresión que se da en una entrevista de trabajo es esencial, ya que es el primer contacto que tienes con la empresa en la que deseas trabajar. Es recomendable maquillarse disimulando los defectos de la piel y resaltando los aspectos más favorecedores de tu rostro. Debes darle un mayor protagonismo a tus ojos, relegando los labios a un segundo plano.

Huye de los colores llamativos y, por supuesto, combina el maquillaje con la ropa que lleves. Una imagen de naturalidad y elegancia te ayudará a estar más segura de ti misma a la hora de la entrevista.
Reunión informal

Es la ocasión ideal para maquillarte como más te guste, pero siempre creando un resultado natural.

Salida a fiesta


Durante la noche, la combinación de la luz natural y artificial te permite jugar con los colores del maquillaje. Los tonos nacarados, los dorados o plateados, son básicos para la sombra de ojos. Es muy importante que tu maquillaje vaya de acuerdo con tu personalidad para que te sientas auténtica. Si tu estilo es muy clásico, no intentes las tendencias de moda ya que se notará que el maquillaje no es parte de ti.

Playa o alberca

Muchas personas piensan que es obligatorio ir a la playa o a la piscina con la cara lavada; aunque casi todas las firmas cosméticas incluyen en sus ofertas una completa gama de productos resistentes al agua, que se mantienen fijos aún cuando nos mojamos la cara. Se puede utilizar una máscara de pestañas resistente al agua y una base de maquillaje fluido muy suave con las mismas características.