jueves, 28 de enero de 2010

La encrucijada en la elección de la camisa


Debido a la versatilidad que tienen las camisas, en ocasiones se presentan dudas en su uso. Aquí te damos algunos consejos para que, cuando te encuentres en una encrucijada, puedas salir de ella de la mejor forma posible.


Cómo utilizar una camisa blanca en cuatro ocasiones diferentes.



  • Una sola camisa blanca puede ser muy útil en diferentes ocasiones. En un mismo día, puedes tener una transformación de una vestimenta formal para el trabajo a una cena con los amigos.

  • La camisa blanca puede ser muy formal si la combinas con un traje obscuro, pero puedes darle un giro casual si en su lugar utilizas unos jeans obscuros, unos zapatos y un cinturón cafés.

  • Para un look de invierno, la camisa blanca puede dar un toque luminoso si la combinas con un suéter y un abrigo en tonos grises.

  • En un domingo relajado, la camisa blanca puedes combinarla con un suéter en tono claro y unos caquis.

La camisa estampada.



  • Es posible utilizar una camisa estampada, siempre y cuando vaya de acuerdo a tu estilo personal y a la ocasión.

  • No pretendas usar una camisa con rayas de múltiples colores o con un estampado floral al estilo Monet para la cita a ciegas que te organizó tu mejor amigo.

  • Utiliza estampados pequeños y repetidos máximo en dos colores, como unos cuadros en azul y blanco o una camisa con rayas pequeñas.

  • En una vestimenta formal, lo mejor es que utilices camisas lisas o con estampados geométricos pequeños, sobre todo si la corbata también cuenta con un diseño. Procura que los tonos de la camisa armonicen con los tonos de la corbata.

jueves, 21 de enero de 2010

Cómo lucir más delgado al instante


Existen algunos trucos de ilusión óptica que nos permiten perder entre 1 y 2 kilogramos con el uso de algunas prendas de vestir, si eres de las personas que quieren lucir así entonces:


1. Utiliza prendas con elementos de diseño vertical.


2. Utiliza zapatos de tacón mediano o alto.


3. Utiliza calcetines que combinen sutilmente con el color de los zapatos.

4. Dobla las mangas de blusas y suéteres justo abajo del codo.

5. Conserva una buena postura. El pararte derecho siempre te hará lucir más esbelto.

6. Utiliza prendas de corsetería que mantengan todo en su lugar.

7. Utiliza una camisola de tirantes ligera y holgada debajo de las prendas de vestir. Esto te
servirá para ocultar las lonjitas.

8. Que tus prendas de vestir tengan alguna forma que estilice, pero no la forma de costal.

9. Usa colores oscuros en la parte baja del cuerpo.

10. Evita las telas brillantes.

11. Usa telas con texturas finas y medias.

12. Evita usar telas gruesas sobre las partes más grandes del cuerpo.

13. Utiliza accesorios en la parte alta de tu cuerpo, como un broche o prendedor, o aretes que actúen como punto focal para disminuir la atención hacia la figura.

14. Usa accesorios y diseños medianos.

15. Utiliza estampados con fondo obscuro.

16. No utilices diseños o estampados llamativos en las zonas que no quieras que sean vistas.

17. Mantén siempre una apariencia elegante y natural.

miércoles, 13 de enero de 2010

El valor de la cortesía


“En cualquier lugar en el que haya un ser humano, existe una oportunidad para la generosidad”
Seneca

En nuestro mundo actual, en nuestro día a día, con el pensar constante y egoísta de satisfacer nuestras propias necesidades… ¿nos preocupamos por buscar la forma de hacer lo correcto?

Tenemos la necesidad de creer en algo que nos dé una dosis de motivación y significado a nuestra vida. Pero un punto crucial que hemos descuidado o tal vez olvidado es que nuestro éxito en la vida involucra la forma en la que nos tratemos los unos a los otros todos los días.

El hacer las cosas bien implica reducir la carga en la vida de las personas a nuestro alrededor.

Esta premisa funciona en cualquier lugar del mundo. Si como sociedad miramos con detalle el código de comportamiento basado en el respeto, comedimiento, y responsabilidad, entonces encontraremos la urbanidad o cortesía.

Podemos ser unos buenos conductores de nuestras acciones y nuestras emociones y así reducir el impacto de lamentar nuestra infelicidad en nuestras vidas. A pesar de que en la vida se considera la existencia de sufrimiento, podemos hacer algo al respecto. Nuestras relaciones humanas son parte de la vida. Las buenas relaciones pueden hacer nuestra vida más cordial, las malas relaciones pueden hacer que nuestra vida sea intolerable. Aunque algunas veces podemos ser felices a pesar de otros, generalmente somos felices gracias a ellos, gracias a la relación con ellos.

Para aprender a ser felices tenemos que aprender cómo vivir en armonía con los demás y la cortesía es la clave para ello. A través de la cortesía desarrollamos la capacidad de pensar cuidadosamente antes de actuar, fomentamos una efectiva expresión propia y comunicación y ampliamos el rango de nuestras respuestas positivas. La cortesía permite que nos conectemos con éxito con otros.

Necesitamos contar con un amor propio sano y trascender en nosotros mismos.

En el momento en que encontramos un equilibrio, es el momento en que el bienestar y la felicidad inician.

Nosotros existimos y percibimos nuestra identidad en relación con otros. La vida es relacionarse. Nos guste o no, somos la cera sobre la cual otros dejan su marca. Cuando alguien quiere utilizarnos o abusar de nosotros, ello se convierte en una parte de quiénes somos, a pesar de nuestro amor propio. Sin embargo, Cuando estamos en el lado receptor de un acto de amabilidad, nos sentimos validados. Traducimos el acto a un mensaje tácito muy simple, de gran alcance para nosotros mismos: “tengo valor y mi vida tiene significado”. Es entonces cuando empezamos a comprender el valor de la cortesía.