lunes, 21 de diciembre de 2009

Si eres el invitado...


Cómo ser un huésped considerado

En estas fiestas y durante las vacaciones, probablemente tengamos muchas ganas de visitar a nuestros seres queridos para darles el abrazo de Navidad y Año Nuevo.

Al vivir en la época en la que la tecnología nos permite comunicarnos de manera efectiva, no existe una razón para no avisar cuando llegaremos a la casa de un amigo.

Si nos hacen una invitación ya sea a un desayuno, comida, cena o fiesta, es muy importante respetar la hora tanto de la llegada como de la retirada. No excedas tu permanencia, pero tampoco partas muy temprano. Utiliza tu sentido común y las señales del anfitrión.

Nunca lleves a un agregado a la reunión si únicamente has sido invitado con tu pareja, aunque tengas de visita de Singapur a tu hermana con su esposo y sea cómodo para ti llevarlos.

El anfitrión decidirá si asistirán niños. Si en la invitación no los menciona, seguramente no están incluidos. No solicites una excepción con los tuyos ya que el anfitrión puede sentirse presionado.

Tal vez te dé un “si” por compromiso, pero no sería justo para los demás invitados que tuvieron que rechazar la invitación o contratar a una niñera para seguir las reglas. También pueden darte un “no”, lo cual lo haría sentir incómodo y hacerlo pasar por un nada merecido mal momento al tener la atención de invitarte.

Jamás asumas que Fido o Rambo serán bienvenidos. En primer lugar, es muy importante considerar que existen personas con alergias a los animales. Por otro lado, si el anfitrión tiene mascotas, tal vez no sean afines con la tuya y, además, pueden haber ciertos inconvenientes por parte del anfitrión cuando tu mascota tenga que hacer sus necesidades.

Como invitado, el ofrecer ayuda al anfitrión cuando está solo, atendiendo, puede ser un gran gesto de cortesía e inclusive, una muestra de agradecimiento por el esmero de su recepción.

Si alguien te comenta: “a ver si un día van a nuestra casa de Valle…” no des por hecha la invitación.

“Si eres invitado por varios días, el adaptarte a la dinámica del lugar, ayudar a las labores y en los gastos, te hará sentir más cómodo y seguramente, tendrás una invitación abierta para el día en que desees regresar”.

Si se te invita por una semana, únicamente será una semana.

Para que seas el huésped que todos desean invitar, considera que probablemente en el lugar que visitas, no está permitido fumar. Coloca tu equipaje y prendas fuera del alcance de la vista y abstente de reorganizar el mobiliario de tu habitación. Tiende tu cama todas las mañanas a menos que sea parte del trabajo del personal doméstico. Si compartes el baño, procura no tardarte. Aunque no lo compartas, mantenlo ordenado y limpio.

El principal objetivo es que des las menores molestias.

Si puedes encender la televisión de tu cuarto, mantén el volumen bajo. Nunca tomes los videos o discos del anfitrión sin solicitarlos. Respeta la dinámica del lugar de tal forma que no interfieras en los horarios en los que se lleva a cabo la limpieza, levantándote dentro de los horarios que se acostumbran en el lugar, igualmente para el desayuno, la comida, etc.

Evita rondar por la casa o hurgar en cajones, muebles o lugares que sean parte de la intimidad de tu anfitrión.

Si utilizas tu teléfono celular, procura hacerlo en tu habitación o en alguna zona en la que no causes ninguna molestia. Si necesitas usar el teléfono de la casa, solicita permiso y sé breve en tus llamadas. Si son llamadas de larga distancia, adquiere una tarjeta telefónica para que los cargos se hagan en ella.

Es importante que consideres el informar a tu anfitrión sobre tus planes durante el día. Deja un número en donde te puedan localizar. Si regresarás a las 7:00, llega a esa hora. Si te retrasas, llama por teléfono para avisar. Nunca llegues con una visita sin haber consultado con anterioridad.

Devuelve pronto cualquier cosa que hayas pedido prestada. A la hora de partir, nunca te lleves nada que no te pertenezca.

Aún si tu estancia no fue tan placentera como esperabas, cuenta con una buena disposición y muestra agradecimiento a tus anfitriones por su esfuerzo. Despídete con calidez y envía una nota de agradecimiento en cuanto llegues a casa. Nunca menciones ningún inconveniente que hayas experimentado con tu anfitrión. Cuando platiques de tu estancia a una tercera persona, exprésate positivamente y enfócate a las cosas buenas que recibiste. Nunca comentes algún acontecimiento que pueda dejar en evidencia a quien tuvo la atención de darte hospitalidad en su hogar.

jueves, 17 de diciembre de 2009

¿Serás anfitrión? ¡Procura ser el mejor!


Estas fechas decembrinas nos invitan a festejar con los amigos, con la familia, con los compañeros y quizá nos corresponda ser anfitriones en alguna ocasión.

Desde el momento en el que nos comprometemos a tener invitados en nuestro lugar, también debemos adquirir el compromiso de ofrecerles una hospitalidad placentera.

“Los pequeños detalles hacen la diferencia”

Si durante la sobremesa decimos “puedo preparar café si quieren”, tal vez nuestros invitados no quieran causar molestias y no sugieran su preparación, pero sin embargo, si afirmamos “voy a preparar café o té, ¿alguien de ustedes desea? Entonces nuestros invitados se sentirán más cómodos y aceptarán.

Durante la botana, por ejemplo, es mejor no preguntar si alguien quiere comer algo, sencillamente debemos colocar los alimentos al alcance de los invitados para que se sientan con la libertad de servirse.

“Tus invitados no deben sentir que se deben ganar tu hospitalidad”

Si alguno de tus invitados es médico, evita enseñarle tu salpullido; o preguntarle al abogado cómo puedes demandar a tu exjefe. Recuerda que es momento de esparcimiento y tal vez quieran olvidarse de su profesión durante ese tiempo. Si deseas consultarles, entonces contáctalos posteriormente.

Nunca solicites a tu amigo el cantante o el pianista que dé un show, al menos que sepas que le gusta y que se sentirá cómodo haciéndolo frente al grupo de invitados.

Cuando eres anfitrión, tus invitados no tienen la obligación de ayudarte en la cocina, a menos que te lo ofrezcan y te sientas en confianza de aceptar dando las gracias sencillamente.

Las reglas cambian cuando tienes invitados por varios días. Entonces puedes esperar más apoyo o colaboración por parte de ellos durante su estancia.

Hay que dejar que los huéspedes realicen tareas sencillas que los hagan sentir que no se están imponiendo a ti para que puedan disfrutar mejor tu hospitalidad.

Asegúrate que tus huéspedes sepan que estás encantado de pasar tiempo con ellos, pero te cuidado de no abrumarlos con demasiada atención. Pregúntales si hay algo en particular que desearían hacer; sin embargo, tal vez quisieras seleccionar algunas actividades antes de su llegada, pensando en los intereses que tienen en común.


Como anfitrión considerado quieres que se den cuenta que no sólo estás planeando en su beneficio, sino también en el tuyo. Por ejemplo, puedes sugerir visitar la exposición en el museo que has querido ver desde hace tiempo. Este es el momento perfecto para ir, todos lo disfrutarán.

Alterna días con actividades y relajados. Saturar la agenda puede ser estresante y cansado tanto para ti como para tus invitados.

Tus huéspedes deben sentir que a pesar de estar en casa de alguien más pueden tener el control de su tiempo. En cuanto a la salida hacia algún paseo, podrías sugerir el ir juntos o el que tu huésped vaya por su cuenta si lo desea. Al mismo tiempo, siéntete libre de solicitar tiempo para ti cuando tengas compromisos que atender.

Para recargar energía, como anfitrión, algunas veces necesitarás darte un receso y estar solo. Asegúrate que tus huéspedes puedan encontrarte en caso de alguna emergencia, pero hazles hincapié en que necesitas tener tu espacio.

Finalmente, recuerda que tu objetivo al actuar como anfitrión, es lograr que conozcas mejor a tus invitados y reforzar los lasos. Nunca olvides escuchar y hablarles desde tu corazón.

jueves, 19 de noviembre de 2009

Dime cómo eres y hablaré de tus modales


Recuerdo esa frase que repetía mi madre: “come en tu casa como si estuvieras con el rey, para que cuando estés con el rey, comas como en tu casa”. Una frase que deberíamos tener siempre en mente a la hora de sentarnos a la mesa.

El correcto uso de los cubiertos es una gran muestra de educación por lo que a continuación encontrarás algunos puntos relevantes que deberás considerar para su uso.

Como regla general, todos los cubiertos se cogen por el mango en su parte superior. El tenedor se toma con la mano derecha y con las púas hacia arriba. Se utiliza para llevar los alimentos a la boca, y para trocear alimentos blandos como verduras, tortillas y huevos. Si se utiliza con el cuchillo, el tenedor se coge con la mano izquierda y las púas hacia abajo, siendo su misión llevar los alimentos a la boca.

La cuchara, se coge con la mano derecha y la concavidad hacia arriba. Es utilizada para alimentos líquidos (sopas), pastosos (cremas, purés) y otros platos como legumbres y platos caldosos. Al igual que el tenedor se usa entre los dedos pulgar, índice y corazón.

El cuchillo se sujeta con la mano derecha y el filo hacia abajo. Y se utiliza haciendo una ligera presión con el dedo índice, por la parte opuesta al filo. El cuchillo nunca se lleva a la boca, ni se chupa ni se limpia (con la boca o la servilleta). La función del cuchillo es cortar o trocear los alimentos.

“Ninguna de las piezas de la cubertería se limpia con la servilleta”.

La cuchara se puede utilizar con el tenedor únicamente para servir ensalada. Aunque existen gran variedad de cubiertos, por regla general, se utilizan solamente los más básicos, ya que los demás pueden no ser necesarios.

“La comida se lleva a la boca, no la boca a la comida”

Cuando se trata de pocos comensales, en algunos restaurantes, se colocan los cubiertos a medida que se cambian los platos.

Si mientras estamos en torno a la mesa, queremos hacer una pausa, los cubiertos deben reposar en el plato y no sobre el mantel o la servilleta. Se deben colocar en un ángulo de 45°, el tenedor con las púas hacia abajo y el cuchillo con el filo hacia adentro.

Si al terminar deseamos que nos retiren el plato, los cubiertos deberán estar colocados de forma paralela, a un lado del plato (similar a las cuatro y veinte, en las manecillas de un reloj).

Los alimentos se cortan a medida que se van comiendo. Solamente se permite que se corten completamente cuando se trata de niños, de personas incapacitadas o de edad muy avanzada.

Los cubiertos se utilizan de afuera hacia dentro y se colocarán siguiendo el orden de los alimentos que se servirán. La esencia de los buenos modales en la mesa es actuar con naturalidad, de esta forma, si comentes un error, difícilmente será notorio.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Lente obscuro en cuarto obscuro...


Recuerdo esa frase ochentera de “lente obscuro en cuarto obscuro… ¡Naco seguro!”

Efectivamente, los lentes de sol tienen una función primordial y es la de proteger a nuestros ojos de las exposiciones al sol y de las radiaciones nocivas que éste puede producir.

En muchas ocasiones también se utilizan por razones estéticas, pero aquí hay una serie de consejos a seguir para el uso correcto de los lentes de sol y no parecer al de aquella frase ochentera.

1. Utilízalos siempre en espacios abiertos. Nunca debes entrar con ellos puestos a ningún lugar cerrado, ya sea restaurante, iglesia, comercio, etc. Las únicas excepciones aplican cuando se presenta alguna lesión ocular o algún otro motivo de salud.

2. Debes quitarlos siempre que hables con otra persona en cualquier lugar, ya que se considera una falta de educación permanecer con ellos puestos en una conversación. También aplica esta regla cuando nos presentan.

No importa si eres hombre o mujer.

3. Si la vestimenta es de etiqueta, será mejor olvidarse de ellos, a menos que se requieran para algún cuidado de la salud, por lo que se recomienda que sean lo más discretos posible.

4. Cuando no utilices los lentes de sol, guárdalos siempre en el bolsillo, en su funda o en tu bolso. No los coloques encima de la mesa de un restaurante, en la cabeza como diadema o colgados del escote.

5. Si te los quitas por un momento para hablar o saludar, no juegues con ellos, no chupes las patillas o algo semejante.

Un cristal para cada ocasión

El uso de los lentes de sol no es sólo una buena forma de complementar un estilo determinado. Hay que tomar muy en cuenta la importancia que tiene la filtración de los rayos solares en nuestra piel y sobre la visión y por ello no es aconsejable comprarse unos lentes que sean imitación ya que no cuentan con ninguna protección contra los rayos UVA.

Elige los lentes dependiendo de tu tipo de piel y del uso que les des. El color y tono del cristal resultan fundamentales.

Si el color de la lente es marrón filtrará las radiaciones azules, aumentando el contraste y la profundidad de campo; ideal para los deportes al aire libre, ya que producen un efecto relajante. Si prefieres que tus lentes de sol no distorsionen los colores, lo mejor es que optes por los cristales de color gris.

Al igual que el color gris, el verde mantiene la fidelidad de los colores y son óptimos para ambientes al aire libre, sobre todo, con mucha luz. Si prefieres unos lentes con los cristales de color amarillo, deberás saber que aumentan el contraste y potencian la visión en tres dimensiones, por lo que se obtiene una excelente profundidad de campo; son ideales para conducir cuando hay niebla y para deportes de movimientos rápidos, como el tenis.

jueves, 5 de noviembre de 2009

Maquíllate para la ocasión


Lo primero que debes considerar para un buen maquillaje es que lo hagas según la ocasión. Aquí te damos algunos consejos ya que si tu maquillaje es adecuado, ¡entonces lucirás espléndida!

Para ir a la oficina

En el mundo laboral, opta por un maquillaje serio y austero. Debes prestar atención a todo el maquillaje en general, pero evita los detalles minimalistas y demasiado sofisticados.

Una buena solución es utilizar una base fluida duradera, uno poco de color en las mejillas; los ojos con una sombra y delineado sutiles. Pon un toque de color a tus labios o un gloss para darles un poco de brillo.

Comida de Negocios

A pesar de que sigue tratándose del ámbito laboral, es un compromiso más especial. Lo mejor es continuar con las líneas básicas del maquillaje que utilizas para ir a trabajar, pero resaltando algunos aspectos. En este sentido, puedes darle un poco más de color a tus labios o, con el lápiz, enfatizar ligeramente tu mirada.

Ir a clases

Ante todo, evita el exceso de maquillaje. Recuerda que vas a clases y no a una fiesta. Ilumina tu piel con un poco de rubor y polvos. Como punto final, aplícate rímel transparente o de color suave.

Entrevista de trabajo

La primera impresión que se da en una entrevista de trabajo es esencial, ya que es el primer contacto que tienes con la empresa en la que deseas trabajar. Es recomendable maquillarse disimulando los defectos de la piel y resaltando los aspectos más favorecedores de tu rostro. Debes darle un mayor protagonismo a tus ojos, relegando los labios a un segundo plano.

Huye de los colores llamativos y, por supuesto, combina el maquillaje con la ropa que lleves. Una imagen de naturalidad y elegancia te ayudará a estar más segura de ti misma a la hora de la entrevista.
Reunión informal

Es la ocasión ideal para maquillarte como más te guste, pero siempre creando un resultado natural.

Salida a fiesta


Durante la noche, la combinación de la luz natural y artificial te permite jugar con los colores del maquillaje. Los tonos nacarados, los dorados o plateados, son básicos para la sombra de ojos. Es muy importante que tu maquillaje vaya de acuerdo con tu personalidad para que te sientas auténtica. Si tu estilo es muy clásico, no intentes las tendencias de moda ya que se notará que el maquillaje no es parte de ti.

Playa o alberca

Muchas personas piensan que es obligatorio ir a la playa o a la piscina con la cara lavada; aunque casi todas las firmas cosméticas incluyen en sus ofertas una completa gama de productos resistentes al agua, que se mantienen fijos aún cuando nos mojamos la cara. Se puede utilizar una máscara de pestañas resistente al agua y una base de maquillaje fluido muy suave con las mismas características.

viernes, 23 de octubre de 2009

Apapáchate durante la quimioterapia


Cuando a la mujer se le diagnostica el cáncer, además de los temores de vida que genera la enfermedad, se enfrenta con el temor de los cambios que el tratamiento causará en su imagen.


La caída del cabello, de las cejas y pestañas llega a ser un tema que trastornará su auto-imagen y por consiguiente, su auto-estima. Saben que los médicos se harán cargo de la parte interna del organismo, pero no tienen el conocimiento de cómo podrán lidiar con su apariencia física.

Afortunadamente, en la actualidad, existen muchos recursos para que pueda lucir una imagen positiva durante esta etapa, por lo que a continuación se dan algunas recomendaciones:

1. Consulta con tu médico si la quimioterapia propiciará la caída parcial o total del cabello. Si será total, entonces es recomendable que invites a una amiga o familiar para que te acompañe a seleccionar la peluca que te haga lucir mejor. Las hay sintéticas y naturales. Ambas pueden servirte de igual manera y cada una tiene sus ventajas. Si no estás convencida de querer usar una peluca, existen en el mercado un sinfín de variedades de mascadas y accesorios para la cabeza con los que puedes sentirte cómoda y verte muy bien.

2. En cuanto sientas que el cabello empiece a caer, es muy importante retirarlo por completo ya que el cabello suelto puede irritar el cuero cabelludo.

3. La higiene es de vital importancia. Antes de iniciar tu rutina de belleza, debes tener tus manos limpias. Desde el primer momento, mantén tu piel completamente hidratada. En el mercado puedes conseguir productos hidratantes para pieles sensibles. Lava tu cuerpo con jabón blanco y tu rostro con un líquido dermo-limpiador sin jabón. Utiliza agua tibia, ya que la caliente puede resecar tu piel.

4. El bloqueador solar jugará un papel muy importante para cuidar tu piel. Si la crema de uso diario no lo contiene, entonces busca en el mercado alguno que tenga como mínimo un factor de protección 15. Este lo deberás utilizar en todas las zonas que se encuentren expuestas al ambiente.

5. También debes tomar en cuenta el cuidado de tus labios ya que podrán resecarse y si llegas a utilizar tu saliva para remojarlos, pueden resecarse aún más.

6. Procura mantener una higiene adicional en tus cosméticos. No debes compartirlos ya que tu sistema inmunológico está bajo y pueden transmitirte alguna infección.

Recuerda que lo más importante durante este proceso es tener siempre una actitud positiva.


Verte bien te hará sentir mejor.

martes, 6 de octubre de 2009

La corbata


Aunque algunas corrientes de moda quieran romper el protagonismo de la corbata, ésta sigue siendo uno de los signos de elegancia por excelencia. Pero puede llegar a romper con su papel estelar si no se utiliza correctamente. Aquí daremos algunos consejos prácticos para el uso adecuado.

Es importante contar con un surtido de corbatas para cada ocasión, sobre todo si se tiene una vida social o si en el trabajo se siga el código de vestimenta formal.

1- La corbata nunca debe sobrepasar la cintura del pantalón. No debe asomar por encima del cinturón ninguno de sus extremos.

2. La parte más estrecha de la corbata, no debe verse nunca por detrás de la parte ancha.

3. Los nudos de la corbata deben estar siempre apretados y ajustados al cuello, de tal forma que no sea vea el botón superior de la camisa, el cual conviene mantenerlo abrochado.

4. No debe igualarse el estampado de la camisa con el de la corbata. Por regla general, con sus excepciones, a camisas estampadas corbatas lisas y a camisas lisas corbatas estampadas.

5. Evitar, al menos en actos muy importantes, utilizar camisas con botones al cuello y con corbata. Son mucho más elegantes las camisas sin ellos.

6. No utilizar nudos grandes con cuellos de camisa pequeños y viceversa.

Las corbatas nunca se deben lavar, ni meter en la lavadora. Si por cualquier razón se manchan, deberán lavarse en seco (tintorería). Es recomendable no guardar nunca las corbatas con el nudo hecho, Lo mejor es colgarlas en un corbatero para que permanezcan estiradas y sin arrugas.

lunes, 21 de septiembre de 2009

Sólo para hombres...

La vestimenta masculina

A la hora de elegir nuestro vestuario, debemos tomar en cuenta algunos puntos que relevantes y que reflejan nuestra forma de vestir. Es muy importante conservar nuestro propio estilo sin volvernos esclavos de la moda, por lo que debemos poner nuestro entusiasmo para saber cómo combinar prendas, colores, tejidos, estampados, etc. y también saber que hay muchos factores que dependen de otros como la época del año, el tipo de evento, nuestras características físicas, y demás.

Cómo vestir un traje

Para el hombre, el traje es el rey por excelencia. El saco deberá ajustar perfectamente en los hombros y la caída deberá cubrir los bolsos del pantalón.

Con los brazos rectos, las mangas deberán llegar hasta las muñecas y con los brazos doblados tendrán que dejar ver los puños de la camisa, lo cual permitirá exponer las mancuernillas o los cubre botones en caso de que cuente con ellos.

La caída de la parte posterior del saco deberá cubrir el asiento del pantalón.

El pantalón deberá quedar a la altura del tacón del zapato. Si se asoman los calcetines, entonces está corto y si se arrastra, muy largo. Como medida, podemos considerar tres dedos por encima de la altura del suelo.

Cuando se quiera lucir con clase, es muy importante no dejarse llevar por la moda, ya que muchas veces imponen algunos largos poco estéticos en los pantalones.

Los sacos cruzados son más clásicos y formales que los rectos, “pasan por alto a la moda”.

El saco cruzado se viste abrochando generalmente todos los botones, o al menos dos.

El saco recto se viste abrochando sólo el botón superior o los dos botones superiores, dependiendo del número con que cuente. En caso de no abrocharse por completo, siempre deben dejarse sin abrochar los botones inferiores.

Si después de un largo tiempo o de algunas “comidas” el saco queda muy ajustado, es mejor no abrocharlo ya que las notables tiranteces lucen antiestéticas.

Aunque algunos elementos tienden a variar con la moda, las solapas y hechuras mantienen un estilo similar. Los mejores tejidos para trajes de caballero son la lana, el lino, el algodón o la alpaca. Los estampados clásicos se consideran la pata de gallo, el príncipe de gales, la línea diplomática, etc., dependiendo del gusto personal.

En las camisas, los tejidos más recomendables son algodón y seda. Aunque la vestimenta sea sport, es recomendable no desabrochar más de un botón de la misma, pues algunas personas alrededor pueden sentirse incómodas.

Los calcetines deben combinar con los zapatos y/o los pantalones y serán, según el resto de las prendas, oscuros.

El cinturón deberá combinar con los zapatos.

Es mejor no combinar cuadros con rayas, a menos que se tenga el pleno conocimiento de cómo hacerlo; lo mismo al mezclar más de tres colores a la vez. Esta sugerencia aplica también al uso de corbatas estampadas con camisas estampadas o con estampados iguales tanto en la corbata como en la camisa.

Los complementos permitidos para un traje bien vestido, son las mancuernillas o cubre-botones y un alfiler para corbata.

Anillos, los mínimos, de preferencia uno, ya sea el de graduación o el de matrimonio.

Es importante mantener siempre el buen gusto sin perder el estilo personal, aún cuando se adquieran prendas de moda.

jueves, 10 de septiembre de 2009

La Etiqueta Femenina… (O ¿Código de Barras?)

Debido a la gran variedad de atuendos que puede utilizar una mujer a la hora de utilizar la “etiqueta”, es muy difícil usar este término en el sentido más estricto. No existe la uniformidad que se requiere para una etiqueta en general, como en el caso de la etiqueta masculina.

Aún así, existen algunas pautas generales que debemos tomar en cuenta cuando nos solicitan determinado código de vestimenta incluida la “Etiqueta Rigurosa”.

Vestido de cóctel

Podríamos situarlo en elegancia entre el traje de noche y el vestido corto, aunque no siempre es así. A diferencia del vestido corto, suele ser más elegante (puede llevar pedrería y otros detalles de lujo), y el largo va hasta la rodilla o un poco por debajo de la misma.

Los de satín son muy utilizados, aunque la tela depende de la temporada. La elegancia de un vestido dependerá en gran medida del lujo de sus telas. Los bordados y la pedrería son útiles como prenda de etiqueta y acompañar a un frac o esmoquin. Una prenda puede ser de media etiqueta cuando tiene diseños y tejidos más sencillos y puede acompañar a un traje oscuro de corte clásico. Los diseños están muy marcados por la moda.

Los escotes suelen ser discretos, y las espaldas poco descubiertas o totalmente tapadas. Es preferible mantener un corte clásico y elegante. Los colores llamativos son más aceptados durante el día que por la tarde-noche. Los complementos juegan aquí un papel fundamental pues se permite el uso de joyería y bisutería de atrevidos diseños.

El bolso que se recomienda es el de mano, pequeño, de materiales muy diversos como el metal, carey o tela con pedrería. Los zapatos de media altura a juego con el vestido (aunque se admite el alto y el plano, también, dependiendo la ocasión). Aunque existe un tema polémico con las medias, es recomendable su uso ya que estilizan más las piernas de las mujeres. Dejemos el uso de las lentejuelas y plumas para la noche. Se recomienda que el maquillaje sea discreto pero se pueden utilizar colores más atrevidos que en la noche.

Vestido corto

El traje corto, es un traje de día o media tarde, elegante, de corte generalmente clásico, ideal para la mayoría de las ocasiones. Su largo deberá ser a la rodilla o ligeramente por encima, pero nunca debe llegar al corte de una minifalda. El tejido depende de la temporada.

Son vestidos con más colorido que los de noche y no requieren de tanto lujo como pedrería y bordados. En caso de requerirlos, deben ser detalles muy discretos. Como en cualquier prenda de vestir de la mujer, los diseños y tejidos son muy variados y marcados por la moda. Los escotes suelen ser discretos, y las espaldas poco descubiertas o totalmente tapadas. Aunque está permitido casi todo, lo mejor es mantener un corte clásico y elegante. Los complementos permiten el uso de joyería y bisutería con diseños atrevidos.

Los zapatos de media altura (aunque también se admite el alto y el plano de corte actual) y a juego con el vestido. Los bolsos de preferencia pequeños o medianos de diversos materiales. Como en el caso del vestido de cóctel, el maquillaje debe ser discreto pero pueden utilizarse colores más atrevidos. Hay que evitar el uso de lentejuelas, plumas y diseños más apropiados para la noche.

Vestido largo

También se le conoce como traje de noche. Por similitud al vestuario masculino podemos decir que es la prenda de más etiqueta del vestuario femenino. Aunque los diseños están muy influenciados por la moda, se caracterizan por su elegancia y por la utilización de telas de gran calidad: rasos, sedas, terciopelos, etc.

Los vestidos de “etiqueta” cuentan con una gran variedad de diseños como escotes discretos, tirantes sugerentes o espaldas descubiertas, pero siempre se debe tomar en cuenta el buen gusto y la elegancia. El vestido deberá ser largo cubriendo en su totalidad las piernas. Los zapatos deberán ser altos y de tacón fino, a juego con el vestido.

El bolso pequeño, de mano, de metal, carey o de tela con pedrería o brocados. Las joyas deberán ser pocas y de calidad (un collar, unos aretes y alguna pulsera y anillo). Las perlas y los diamantes siguen siendo las reinas de la noche: son elegantes y no pasan de moda. Los vestidos de noche admiten incrustaciones de pedrería, lentejuelas y diseños más lujosos que los vestidos de día. Por regla general, los colores son obscuros, aunque la moda influye mucho en ello. Admite vistosos complementos como los guantes largos hasta el codo o por encima de él, abrigos de fantasía, o de visón, echarpes, mantones, etc.

El caballero que acompañe a una “dama de largo”, debe utilizar un esmoquin o frac.
Fuente: Instituto Europeo de Protocolo.

jueves, 3 de septiembre de 2009

Los buenos modales al enviar un email

A veces lo hacemos de manera inconsciente. Escribimos o respondemos infinidad de correos electrónicos sin darles un toque de distinción. Existen ciertas recomendaciones que podemos tomar en cuenta para que no perdamos nuestros “buenos modales” al enviar correos electrónicos.

Lo primero que debemos hacer, es poner correctamente en nuestro programa de correo los datos del remitente, para evitar correos "anónimos". Es de mala educación enviar un mensaje sin remitente. Incluso en caso de querer permanecer en el anonimato, se pueden remitir los correos con el nombre de pila o un alias, pero nunca en blanco.

Así como en las cartas, los correos deben llevar una cabecera, un cuerpo y un pié con firma. Es recomendable no escribir el texto con letras mayúsculas ya que se interpreta como gritar.

De preferencia no agregues fondos o elementos innecesarios que puedan aumentar el número de bytes a transmitir.

Recuerda tener un remitente para que puedan responder.

Cuando se responde un mensaje, que a su vez es respuesta de otro, deja solamente la última respuesta, pues de lo contrario, vas a enviar un mensaje demasiado voluminoso e innecesario. Suele considerarse innecesario al responder: los saludos de inicio y final del mensaje, la información sobre ruta de transmisión del mensaje y otros datos similares; los comentarios irrelevantes a la respuesta del mensaje, o enviar respuestas que no aportan nada nuevo al propósito del mismo, como por ejemplo alguien que escribe dos páginas de reflexiones y te responde: "Opino lo mismo", dejando completo el mensaje anterior. Está totalmente fuera de toda lógica, y aumenta la transmisión sin razón.

Deja alguna línea en blanco entre tu respuesta y el mensaje original. Conserva el título original para identificar rápidamente el tema que estás tratando.

Cuida la redacción en tus correos, sobre todo cuando te dirijas a empresas o instituciones. En estos casos, procura enviar correos con texto simple; no adjuntes archivos ni envies correos que no te hayan solicitado.

Así, tus correos nunca serán molestos ni borrados sin haberse leído.

jueves, 27 de agosto de 2009

Los buenos modales durante el chat

En la actualidad, la comunicación virtual ha adquirido un auge sorprendente. Es muy importante cuidar nuestros “buenos modales”, aún cuando sintamos que “nadie nos ve”.

El chat es uno de los sitios más concurridos de Internet. Es bastante informal y puede llegar a ser caótico ya que muchas personas aprovechan el anonimato para sentirse con la libertad de dar rienda suelta a sus fantasías.Otras personas hacen uso de este canal para reuniones más formales o serias.

Es muy importante tomar en cuenta el canal para realizar las preguntas. En ciertos canales, una pregunta personal puede ocasionar cierto malestar al interlocutor. Si nos encontramos en un canal que merece seriedad, debemos limitarnos en este tipo de preguntas y en caso de ser necesario hacerlas, se debe buscar la forma de que sea en privado.

Este servicio es ideal para gente que quiera pasar desapercibida en la Red. Muchas veces, las personas dan una identidad falsa. Por ello, es muy importante tener cuidado con el tipo de material que se envía al interlocutor (como fotografías) si no sabemos a ciencia cierta de quién se trata.

Si te encuentras en una mesa de chat en donde alguna persona envía mensajes ofensivos o inapropiados, ignórala hasta que se canse y, dependiendo del operador del canal, denúncialo.
Nuestros “buenos modales” deben considerarse al moderar nuestro lenguaje, evitar palabras soeces y malsonantes por respeto a los demás y a nosotros mismos.

La mayoría de los canales son públicos, pero también existen canales privados en donde se debe solicitar el acceso a algún moderador. La ventaja de estos canales es que cuentan con alguien que dirige el canal y que puede tomar las medidas oportunas en caso de ser necesario.

También los canales públicos pero registrados tienen una mayor garantía de respeto y educación, pues siempre cuentan con unos cuantos adictos al mismo y que son capaces de dirigirlo muy bien. Es difícil liberarse de las personas irrespetuosas, pero es una consecuencia más de la libertad de expresión: todos tenemos derecho a ella y debemos sentirnos con el compromiso de respetarnos.

jueves, 20 de agosto de 2009

Nuestros gestos dicen más que mil palabras (quinta parte)

¿Conoces la magia de la sonrisa?

La sonrisa es probablemente la expresión facial más positiva. Es universalmente aceptada con las mismas connotaciones. Se utiliza para indicar tranquilidad, diversión, amabilidad o cortesía.

Puede utilizarse para enmascarar emociones; como respuesta de sumisión para evitar el ataque del contrario o para suavizar un momento de tensión.

Es importante tomar en cuenta el contexto ya que también podría expresar agresión, sarcasmo o algún otro sentimiento negativo.

Las personas que trabajan directamente con el público, aprenden a utilizar la sonrisa para tranquilizar a sus clientes o pasajeros. Una sonrisa atrae otra sonrisa, levanta el ánimo y puede relajar la tensión.

La risa se contagia. Es difícil no reír cuando alguien más lo está haciendo.

La gente joven y el sexo contrario responde mejor y más rápido; los colegas y subordinados responden mejor que los superiores. Las mujeres tienden a reír y sonreír con más frecuencia que los hombres cuando se encuentran en una situación ligeramente incómoda.

Podemos usar nuestra sonrisa para saludar o como un reconocimiento. Cuando sonreímos, la mayoría de las personas devuelven la sonrisa, los encuentros tienden a ser más duraderos ya que puede resultar como una actividad placentera. Si nos encontramos en una situación desagradable, puede que podamos darle un giro positivo si sonreímos.

Diversos experimentos han demostrado que si se pide a los sujetos que sonrían y se les muestra al mismo tiempo fotografías de diversos acontecimientos, afirman que las fotografías no solo les gustan sino que les hacen sentirse alegres. Cuando en los mismos experimentos se les pedía que fruncieran el ceño, afirmaban que experimentaban sentimientos de fastidio e incluso ira. Otros estudios han revelado que cuando los sujetos imitan las sonrisas de los demás se sentían ellos mismos más felices. Como se ve, nuestras propias actitudes hacia los otros mejoran si sonreímos.

“La sonrisa es el mejor accesorio que podemos lucir”

lunes, 17 de agosto de 2009

Nuestros gestos dicen más que mil palabras (tercera parte)

¿Sabemos realmente hasta dónde acercarnos a una persona?

Todas las personas, según estudios recientes y según Allan Pease, tenemos nuestros territorios muy bien delimitados:

1. La zona íntima, de hasta 50 cm. de distancia, donde se acercan las personas más allegadas (familia, amigos, etc.).2. La zona personal de hasta 1,25 cm. aproximadamente, distancia utilizada en reuniones, entorno laboral y social. 3. La zona social, hasta los 3 mts. que se utiliza con personas ajenas a nuestro entorno.

El tema de las distancias es de gran importancia a la hora de entablar un contacto o conversación con otra persona. A muchos les desagrada que otros invadan su territorio o zona personal. Existen casos en los que las personas se echan hacia tras para mantener una distancia más cómoda. Estos casos varían en relación al entorno. Por ejemplo, las personas que han crecido en zonas poco pobladas suelen tener unas distancias más amplias que las que habitan zonas urbanas con mayor población.

En la comunicación no verbal, las manos son fundamentales. Generalmente los movimientos de ellas se interpretan de la siguiente forma:

a. Palmas hacia arriba y abiertas, indican sinceridad, honestidad. Palmas hacia abajo, abiertas, significan una posición dominante y en ocasiones, poca honestidad (cuando se quiere mentir)
b. Si cerramos la mano y apuntamos con un dedo, suele indicar una posición dominante y algo agresiva.

En cuanto a los apretones de mano:

c. Cuando las manos están verticales, significa igualdad. d. Si nuestra mano está encima, significa dominio, control, y si está debajo, sumisión, recato. e. Si se hace con fuerza significa seguridad.

El apretón de manos puede ir acompañado de otras acciones, como poner la otra mano encima de la mano de la persona saludada. Si se utiliza con gente conocida demuestra confianza; con gente desconocida, el efecto es el contrario.

f. Dar la mano y coger la muñeca o coger el codo, solo se debe hacer con personas conocidas o del entorno cercano. Dar la mano y coger el brazo o el hombro, solo debería hacerse en casos de gran amistad o relaciones muy personales, al invadir la zona íntima de una persona. Estos gestos son interpretados como símbolo de honestidad y sinceridad en personas cercanas y el efecto contrario en personas desconocidas o recién presentadas.
g. Entrelazar las manos: puede ser a la altura de la cara, apoyados en la mesa, o de pié en la parte baja de la cintura. Según estudios, existe relación entre la altura de las manos entrelazadas y la actitud negativa. A mayor altura, mayor negatividad.
h. Frotarse las manos: una expectativa positiva, un buen entendimiento entre las partes.i. Juntar las yemas de los dedos de ambas manos, significa un alto grado de confianza en uno mismo y seguridad. Hacia arriba se utiliza cuando se opina sobre algo; hacia abajo se suele utilizar cuando se está escuchando.

Nuestros gestos dicen más que mil palabras (segunda parte)

Comunicación no verbal.
La importancia de los gestos.

Aunque el hombre lleva más de un millón de años utilizando este tipo de comunicación, ésta se empezó a estudiar hasta hace sólo unas décadas. El investigador Albert Mehrabian descompuso en porcentajes el impacto de un mensaje: 7% es verbal, 38% vocal (tono, matices y otras características) y un 55% señales y gestos. El componente verbal se utiliza para comunicar información y el no verbal para comunicar estados y actitudes personales. Este investigador afirma que en una conversación cara a cara el componente verbal es un 35% y más del 65%es comunicación no verbal.

Muchos gestos utilizados son comunes en la mayoría de los países, aunque otros pueden significar cosas distintas dependiendo de donde estemos. Los gestos básicos suelen ser los que más universalizados están: mover la cabeza para afirmar o negar algo, fruncir el ceño en señal de enfado, encogerse de hombros que indica que no entendemos o comprendemos algo, etc. Otras veces, hay gestos que vienen heredados del reino animal, como puede ser enseñar los dientes en señal de enfado (agresividad).

Los gestos no deben ser interpretados de forma aislada ya que muchos se pueden fingir, pero no todo el cuerpo actúa de la misma manera. Las cejas, la risa, la pupila de los ojos y otros pequeños detalles pueden decirnos más. Por regla general, cuando estamos mintiendo o forzando una situación, el cuerpo nos delata. Por eso, las situaciones personales, se resuelven mejor cara a cara, que por teléfono y otro medio donde se puede esconder el cuerpo y perder una importante parte del mensaje (la parte no verbal).

La mayoría de los gestos y movimientos que utilizamos habitualmente, nos vienen condicionados por el entorno en el que nos criamos. Los matices culturales son de gran importancia en el lenguaje corporal. También el entorno familiar tiene una clara influencia en nuestro comportamiento y en nuestra manera de "hablar con el cuerpo".

Nuestros gestos dicen más que mil palabras (primera parte)

INTRODUCCIÓN

Al hablar con otra persona, completamos nuestras palabras con gestos, movimientos oculares, cambios de postura y expresión facial. No solemos prestar demasiada atención a estas conductas inconscientes y no nos damos cuenta de la importancia que tienen al momento de comunicarnos.

Cuando nos encontramos cara a cara, el 93% de nuestro mensaje es no verbal y solamente el 7% es el mensaje hablado.

Resulta evidente la importancia de conocer el lenguaje corporal y cómo utilizarlo adecuadamente.

El lenguaje corporal es adecuado principalmente para reflejar emociones y actitudes y permite inferir rasgos de la personalidad. El contexto de la comunicación es muy importante ya que puede tener significados diferentes tomando en cuenta las diferencias geográficas, culturales, de grupos, e incluso individuales, de acuerdo al sexo y a la edad. Aún así, existen reglas universales que se aplican de forma similar en cualquier situación, momento y lugar del mundo.

Así como el lenguaje corporal refuerza al lenguaje hablado, también puede contradecirlo, por lo que hemos de confiar más en él que en lo que dicen las palabras.

Al igual que en el lenguaje hablado, podemos mejorar el uso de la comunicación no verbal conociendo las reglas, lo que nos permitirá tener una interacción más satisfactoria con los demás.
La información más relevante se basa en: contacto ocular, expresiones faciales, movimientos de la cabeza y resto del cuerpo, postura, proximidad, orientación, contacto, uso del tiempo, sincronización, apariencia y aspecto físico, que veremos en los próximos artículos.

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Las prendas que llegaron para quedarse (segunda parte)

Las Básicas Clásicas

Muchos estilos básicos son también clásicos, pero no todos los clásicos son básicos. Si el estilo clásico es cargado, con varias formas o líneas, detalles o decorados, no es un básico, es una prenda clásica de alta confección.

Por ejemplo, la chaqueta tipo safari es un clásico, pero no un básico. No es sencilla en el diseño de líneas y formas; tiene hombreras, mangas enrollables, bolsillos en el pecho y en la cadera, y un cinturón ajustable. Esta gran cantidad de detalles limitan el uso de accesorios para cambiar el estilo de la chaqueta. Estos detalles hacen que la chaqueta sea siempre deportiva. Una chaqueta de safari se convierte en una prenda perdurable para viajar, en una prenda clásica, pero no en una básica.

Sin embargo, una chaqueta safari es generalmente suelta y se adapta fácilmente a muchas figuras. Los detalles en el diseño son dominantes, quitando la atención del cuerpo, lo que logra una imagen atractiva para muchos, ya sean hombres o mujeres. Es un clásico real.Otras prendas que pueden considerarse clásicas son los jeans.

Tradicionalmente, fueron diseñados con cinco bolsillos, ribetes de metal y pespuntes. Se puede cambiar la forma en que lucen de muchas maneras. Siempre tienen un estilo casual dominante, deportivo o se asocian con las vestimentas de los vaqueros, también son apropiados para muchas ocasiones casuales, incluyendo el casual de negocios.

Las básicas clásicas son las prendas necesarias para los estilos formales, conservadores o para los servidores públicos; profesiones orientadas a los negocios o en roles profesionales como en bancos, educativos, aseguradoras y ejecutivos.

Los básicos y los clásicos satisfacen las necesidades de la mayoría de la gente. Tanto los básicos como los clásicos son descritos en términos de color, telas y estampados como un saco de tweed, una camisa de franela a cuadros o una corbata a rallas diagonales.

Qué dice su rostro. Analizamos a 15 candidatos

El concepto de la antigua cultura China relacionada a los rasgos y características opuestas en la naturaleza, es descrita con los términos del Yang y Yin.

Los conceptos se relacionan directamente a la dominancia y subordinación, al avance y al retroceso. Yang representa los rasgos asertivos, dominantes y de avance. Yin representa la subordinación, retroceso y receptivos.

De manera más clara, para los chinos, Yin representa gentileza, suavidad- la gracia del sauce y la delicadeza de la luna. Yang significa la fortaleza y el vigor – la firmeza del pino y la fuerza del sol.

El Yin denota cercanía, el Yang autoridad, distanciamiento. Independientemente de la vestimenta, existen ciertos rasgos físicos que determinan algunos elementos de la personalidad, que se perciben en la comunicación no verbal y que pueden ser muy representativos.

Utilizando dicho concepto, los rasgos de la personalidad están determinados gradualmente, del yin al yang, tomando en cuenta los siguientes parámetros: Personalidad Yin Delicado, contemporáneo, romántico Personalidad YangClásico, natural, dramático.

Así, fue realizado el análisis de los candidatos, tomando en cuenta únicamente sus rasgos físicos.
Si tienes duda, ve sus fotos aquí

1. EDGAR OLVERA. Figura clásica promedio para la estaturaRostro redondo- contemporáneoOjos rasgados -dramáticoNariz puntiaguda- dramáticoCejas arqueadas- clásicoBoca regular –clásicoPersonalidad: Asertivo, formal, serio, reservado, ecuánime, a veces cercano, alegre, receptivo.

2. AZUCENA OLIVARES. Figura clásica constitución promedioRostro redondo- contemporáneoOjos almendra, forma amigable - contemporáneoNariz grande, poco afilada, gruesa-naturalCejas arqueadas- románticaPersonalidad: Cercana, receptiva, casual, directa, asertiva, refinada, sociable, sensible.

3. ALFONSO NAVARRETE. Figura clásica, constitución mediana promedioRostro redondo-contemporáneoTamaño de ojos promedio, mirada fija - clásicoNariz enérgica, grande poco afilada gruesa irregular- naturalCejas espesas obscuras, pobladas- natural Personalidad: Asertivo, gentil, ecuánime, casual, sociable, sensato, cercano, receptivo, alegre.

4. ADRIÁN RUBALCAVA. Figura clásica, constitución medianaRostro triángulo invertido- contemporáneoOjos muy abiertos, separados, mirada amigable y alegre - contemporáneoNariz enérgica, grande, poco afilada - naturalCejas naturales - contemporáneoBoca promedio –clásicoPersonalidad: Cercano, receptivo, casual, directo, asertivo, sencillo, sociable .

5. ALFREDO DEL MAZO. Huesos pequeños, triángulo invertido - contemporáneo Rostro alargado - NaturalOjos brillantes, tamaño promedio, mirada fija- clásicoNariz larga, puntiaguda, perfil recto - dramáticoCejas naturales poco definidas - contemporáneoCabello gris pardo - clásicoPersonalidad: Cercano, casual, receptivo, asertivo, gentil, refinado, a veces formal, serio, reservado, temperamental.

6. ANA GABRIELA GUEVARA. Figura natural, fuerte, robusta, musculosa.Rostro ovalado- clásicoOjos determinantes, párpados pesados, penetrantes, mirada fija - dramáticaNariz enérgica, grande, gruesa -naturalCejas escasas, obscuras -natural Personalidad: Asertiva, libre, segura de sí misma, formal, perseverante, autoritaria.

7. CARLOS DURÁN. Figura promedio, proporcionado -clásicoRostro cuadrado, mandíbula cuadrada, frente ancha - naturalOjos promedio, vivaces, amigables - naturalNariz promedio, bien conformada, recta - clásicoBoca ancha con labios gruesos, risueño -naturalCejas naturales - contemporáneoPersonalidad: Asertivo, gentil, ecuánime, refinado, sencillo, casual, sociable, cercano, alegre.

8. CARLOS ORVAÑANOS. Figura promedio, proporcionado -clásicoRostro ovalado -clásicoOjos grandes, pestañas largas, mirada seductora -románticoNariz recta bien conformada, tamaño promedio - clásicoCejas con arcos suaves – clásicoPersonalidad: Cercano, receptivo, Asertivo, gentil, ecuánime, refinado, elegante, protocolario, sensato.

9. CLAUDIA SÁNCHEZ. Figura promedio, proporcionada -clásicoRostro cuadrado- naturalOjos promedio, vivaces, amigables -naturalNariz grande, poco afilada - naturalCejas espesas, obscuras - naturalBoca promedio, risueña – naturalPersonalidad: Asertiva, libre, sencilla, casual, franca, sociable, segura de sí misma, perseverante.

10. DEMETRIO SODI. Figura promedio para la estatura-clásicoRostro cuadrado-naturalOjos promedio, brillantes, mirada fija - clásicoNariz enérgica, grande, poco afilada gruesa - naturalCejas espesas, obscuras - naturalBoca promedio – clásicoPersonalidad: Asertivo, gentil, autoritario, ecuánime, sencillo, casual, franco, seguro de sí mismo, perseverante.

11. EDUARDO SANTILLÁN. Rostro redondo- contemporáneoOjos muy abiertos, mirada alegre, amigable -contemporáneoNariz corta y redondeada- contemporáneoCejas espesas, obscuras - naturalBoca promedio –clásicoPersonalidad: Cercano, receptivo, casual, directo, alegre, asertivo, sociable, perseverante.

12. JAIME OCHOA. Figura fuerte, robusta -naturalRostro ovalado-clásicoOjos abiertos, mirada alegre, amigable - contemporáneoNariz larga, puntiaguda, perfil recto - dramáticoCejas naturales – contemporáneoPersonalidad: En ocasiones serio, reservado; receptivo, casual, directo, asertivo, sencillo, seguro de sí mismo.

13. MARTÍN OLAVARRIETA. Rostro redondo-contemporáneoOjos determinantes, párpados pesados, mirada fija – dramáticoNariz recta bien conformada, tamaño promedio -clásicaCejas arqueadas -romántico Boca ancha con curva plana, dramáticoPersonalidad: Receptivo, cálido, casual, alegre, directo, asertivo, formal, soberbio.

14. RODOLFO HIGAREDA. Figura con huesos pequeños -contemporáneoRostro alargado-naturalOjos muy abiertos, mirada amigable -contemporáneoNariz alargada, respingada - románticoCejas naturales – contemporáneoPersonalidad: Cercano, receptivo, casual, directo, natural, alegre, sensible, cálido, asertivo, perseverante.

15. JAVIER CAMPOS. Rostro redondo -contemporáneo Ojos promedio -clásicoNariz promedio - clásicoCejas naturales -contemporáneoPersonalidad: Asertivo, gentil, refinado, protocolario, cercano, receptivo, casual, directo.

Las prendas que llegaron para quedarse (primera parte)

El estilo clásico no necesita verse conservador. Son piezas en las que se debe invertir y tienen un gran poder para permanecer. Los clásicos son prendas de las que se puede disponer cuando se quiere vestir apropiado y atractivo en un cualquier ocasión.


Para que una prenda se considere clásica se debe considerar el siguiente criterio:


• Los estilos clásicos deben satisfacer las necesidades de la mayoría de las personas.

• Los estilos clásicos se adaptan a la mayoría de las figuras.

• Muchas personas tienen cabida al uso de estilos clásicos.

• La mayoría de las personas puede costear los estilos clásicos.


Prendas con corte clásico son usadas con frecuencia y aceptadas por su buen gusto. El estilo clásico se convierte en pieza fundamental, con características para usarse durante los siguientes años sin tener vigencia.


Cómo reconocer cuando una prenda es clásica.


Para determinar si un estilo es clásico, mira la vestimenta y pregúntate si el estilo es extremo en algún momento, ya sea muy ancho, muy grande, muy ajustado, etc. Mientras más discreto sea el diseño, más clásico se convierte.


Las prendas clásicas nunca están en el filo de la moda, nunca son extremas, reveladoras, o muy ajustadas. Los clásicos pueden actualizarse gradualmente, una y otra vez, agregando una nota moderna.


Los clásicos son de gran utilidad para las personas que quieren que sus prendas duren el mayor tiempo posible, y por personas en puestos de liderazgo o políticos. En estos últimos, los clásicos son importantes ya que permiten una relación con diferentes audiencias o votos populares debido a que las personas se relacionan fácilmente y proyectan mayor confianza en sí mismas.

Dale un acento de color a tu vestimenta

¿Cuáles son los acentos de color?


Por lo general, los colores que dan acento son brillantes, fuertes e intensos. Estos colores dan vida a un guardarropa.


Un color se considera como acento si:


• Es más brillante que los colores neutrales que se combinan con él.

• Si es muy brillante, fuerte o intenso. Puede dominar a los colores que están a su alrededor.

• Requieren prendas especiales y accesorios en un rango pequeño de colores para completar el atuendo.


Cómo reconocer los colores de acento:


• Los colores de acento son brillantes y atrevidos. El brillo lo dice todo, pero viéndolos de cerca, se puede apreciar que los colores parecen puros, sin ninguna mezcla.

• Los neutrales poco comunes como el palo de rosa, el verde océano y salmón, pueden utilizarse como acentos de color ya que son más brillantes y luminosos que otros neutrales con los que se combinen. • Debido a la luminosidad del blanco y el marfil, pueden funcionar como acentos de color en un grupo de prendas con colores obscuros.

• Los acentos de color son utilizados en cantidades pequeñas, ya sea en accesorios o en una parte de las prendas.


Con los acentos de color, podrás darle alegría y creatividad a tu vestimenta.

Los colores neutrales

El blanco, el negro y el gris, en su forma real son neutrales, sin color y son llamados acromáticos. Como neutrales, pueden contener una pequeña cantidad de tonos fríos o cálidos.

Los tonos oscuros o apagados, como el azul marino, vino, café, bronce, marfil, oliva, verde militar, etc. son colores neutrales que puedes usar fácilmente para crear una variedad de atuendos versátiles y combinaciones de buen gusto en tus prendas. Los colores apagados o mates son el resultado de la mezcla del color con su complementario.

Beneficios de los colores neutrales
  • Los colores apagados o mates son menos intensos y viables para coordinar bien con una gran variedad de tonos, incluyendo los del esquema personal de color.
  • Los colores neutrales no atraen mucho la atención a sí mismos.
  • Puedes portar los colores neutrales con una elegancia implícita.
  • Independientemente de los colores de moda, los neutrales siempre son aceptados.
  • Los colores neutrales son comunicadores sutiles, proporcionando un extenso margen de ambientes, ocasiones, y atributos personales.
  • Las personas no se cansan fácilmente de los colores neutrales.
  • Los neutrales ayudan a optimizar los recursos económicos ya que se pueden combinar fácilmente con otros colores.
  • Cualquier persona tiene acceso a comprar neutrales.
  • El buen gusto no es símbolo de dinero.


Cómo reconocer los colores neutrales


Para reconocerlos, debes observar el color. La primera impresión, generalmente, es acertada. Mientras menos brillante sea el color más neutral se convierte. Si es moderadamente apagado, podrá considerarse un neutral.

La decadencia en la vestimenta formal

Opuesto a las creencias populares, el vestirse relajado en el lugar de trabajo ha generado una decadencia en la conducta y en la productividad, acompañado de un incremento en las demandas de acoso en el ámbito laboral.


Scott Kingdom, Director de la oficina de Chicago de Korn Ferry International, una de las firmas más importantes de búsqueda de ejecutivos (head hunters), experimentó, con el capital social de la oficina de Chicago, la vestimenta informal, durante el verano de 1999.


Su equipo gerencial detectó una notable actitud relajada y un incremento en el desalineado. Scott y su equipo decidieron regresar a todo el personal, a la vestimenta formal de traje, a partir del Día del Trabajo, en 1999. Desde entonces, la productividad en la oficina de Chicago se duplicó.
Como se predijo en 1995 en la publicación “America´s Going Down the Tube In a T-shirt”, frecuentemente la ropa relajada se acompaña de modales relajados, morales relajadas, productividad relajada y pérdida de individualidad. La investigación de Magee llegó a las siguientes conclusiones:


• Decadencia en el comportamiento ético.

• Decadencia en la buena educación y modales.

• Incremento en el lenguaje vulgar en las conversaciones

• Decadencia en la moral.

• Incremento en las acciones provocativas

• Decadencia en la productividad y en la calidad del trabajo en general.

• Decadencia en el compromiso y en la lealtad hacia la compañía

• Incremento de las quejas en Recursos Humanos.

• Incremento en pleitos

• Incremento en retardos.


La imagen profesional y actitud requerida por un 80% en el mercado se perdió.


La gente se ha ido a los extremos de lo aceptable al presionar por una política de vestimenta casual. El incremento de las quejas en relación a los problemas de higiene y las áreas expuestas del cuerpo (axilas, abdomen, pies) han dirigido la atención de los problemas de negocios hacia los problemas de comportamiento.


La gente ha presionado hacia los límites de las acciones aceptables una vez que las políticas de vestimenta informal fueron introducidas.La ropa considerada adecuada para el “antro” así como las prendas con leyendas ofensivas impresas, son utilizadas por los empleados.


En consecuencia, el aumento de comentarios, conversaciones, gestos, acciones provocativas y acoso que pueden considerarse ofensivos.


Jackson Lewis, la firma de abogados más grande de Estados Unidos, especializados en asuntos de empleados, realizó una encuesta a más de mil ejecutivos de recursos humanos que implementaron la política de vestimenta informal. Ellos reportaron un incremento del 30% en el flirteo, contribuyendo al incremento en demandas de acoso sexual. La tención entre los empleados y las quejas (oficiales y no oficiales) crecieron.


Todo esto hizo que se perdiera el foco de para qué fueron contratados.


Investigaciones en psicología, sociología, familia y ciencias del consumo, muestran una directa correlación entre la forma de vestir y el cómo sentimos, pensamos, actuamos o nos comportamos y la reacción de los demás hacia nosotros.


La ropa comunica al individuo con otros. Nuestra vestimenta puede actuar a favor o en contra de nosotros. La vestimenta casual en el lugar de trabajo puede trabajar sólo si el ambiente está estructurado con los límites apropiados en la definición de “vestimenta casual”, y el mensaje que conlleva para uno y para otros.


Fuente: Conselle Institute of Image Management

Para no parecer arbolito de Navidad

En nuestro vestir debemos tomar en cuenta la existencia de elementos dominantes y subordinados.


El aspecto dominante se presenta en prendas o accesorios de gran tamaño, con mayor relevancia y atraen mucho más la atención. Un punto subordinado es más pequeño, menos relevante, y con menos énfasis. Se encuentra presente en un área menor o tiene menor tamaño. Se utiliza para contrarrestar la parte dominante.


Por ejemplo, el tema dominante que comunica un traje, es probablemente, de negocios. El uso de colores apagados, telas firmes y sin estampados o estampados sutiles, puede ser suavizado con pequeños detalles para dar cercanía o calidez, como una corbata con sutiles estampados de amibas o en el caso de la mujer, con un collar pequeño de perlas.


Sin embargo, si se utiliza un traje a cuadros grandes, con camisa de rallas y una corbata con colores brillantes y notorios estampados, seguramente se suscitará un conflicto visual entre ellos.
En relación a la diferencia en cantidades, y en la jerarquía de dominante y subordinado, una pieza tiene que ser dominante y las demás gradualmente subordinadas. Es decir, entre una combinación de prendas de vestir y accesorios deben ir de mayor a menor.


La parte dominante no necesariamente se presenta en el área más grande. Puede ser un collar con piedras de colores o un medallón en un escote profundo.


A la hora de vestir, considera únicamente un punto de atención en la vestimenta. En ocasiones de liderazgo, que sea cerca del rostro.El enfatizar la muñeca con pulseras, la cintura, o el dobladillo con adornos es generalmente para eventos sociales.


¿Cómo identificar el punto focal?


Colócate frente a un espejo, entrecierra los ojos y observa tu atuendo. Ubica el primer lugar en donde se posiciona tu mirada, el siguiente y el siguiente. Si tu atención brinca de un área a otra, es probable que tengas elementos compitiendo entre sí.


Tal vez sea una tela, un accesorio o un estilo compitiendo con otro, y tengas que reemplazar algún elemento por otro que llame menos la atención, algo subordinado.


Si logras que tu ojo recorra suavemente tu atuendo y se posicione en un solo lugar, entonces no parecerás arbolito de Navidad.

Para mamás...

El cuidado de nuestra imagen es muy importante ya que por medio de ella proyectamos parte de lo que somos: nuestros valores, nuestras costumbres y nuestros roles. Nuestra imagen influye en nuestra forma de sentir, de pensar, de actuar y en la forma en la que los demás reaccionan o responden hacia nosotros. Una imagen adecuada siempre nos ayudará a alcanzar nuestras metas. “Nunca tendremos una segunda oportunidad para crear una primera buena impresión”.

Si eres una mamá actual, te recomiendo utilizar prendas que vayan de acuerdo a tus valores, personalidad, constitución física y color personal y adaptarlas de acuerdo a tu estilo de vida, actividades y ocasión, ya sea social o profesional.

Si además eres mamá ejecutiva, en el trabajo siempre debes mostrarte profesional. Un traje sastre te dará la formalidad que se requiere en este ámbito. Si quieres proyectarte profesional pero más cercana, puedes seleccionar un traje sastre en donde el saco tenga solapas ligeramente redondeadas, o incluir una falda con poco vuelo. El look muy formal lo puedes contrarrestar utilizando colores brillantes o claros solamente como acento, telas ligeras, colores luminosos con poco contraste claro-oscuro, telas suaves, con movimiento y con textura.

Incluye en tu guardarropa prendas que te permitan manejar rangos para cada ocasión, de acuerdo a tu estilo de vida. Puedes adquirir:
  • Prendas con mayor autoridad como el traje sastre y camisa con cuello;
  • Algunas prendas con proyección menos autoritaria como un saco que combine con pantalones de vestir o falda;
  • Otras que te hagan lucir más amigable como una chamarra o suéter de vestir, blusas con o sin cuello y pantalones;
  • Prendas para estar en casa o para estar con la familia en un ambiente muy informal, como unos jeans y playeras o sudaderas, si así lo prefieres.