lunes, 21 de septiembre de 2009

Sólo para hombres...

La vestimenta masculina

A la hora de elegir nuestro vestuario, debemos tomar en cuenta algunos puntos que relevantes y que reflejan nuestra forma de vestir. Es muy importante conservar nuestro propio estilo sin volvernos esclavos de la moda, por lo que debemos poner nuestro entusiasmo para saber cómo combinar prendas, colores, tejidos, estampados, etc. y también saber que hay muchos factores que dependen de otros como la época del año, el tipo de evento, nuestras características físicas, y demás.

Cómo vestir un traje

Para el hombre, el traje es el rey por excelencia. El saco deberá ajustar perfectamente en los hombros y la caída deberá cubrir los bolsos del pantalón.

Con los brazos rectos, las mangas deberán llegar hasta las muñecas y con los brazos doblados tendrán que dejar ver los puños de la camisa, lo cual permitirá exponer las mancuernillas o los cubre botones en caso de que cuente con ellos.

La caída de la parte posterior del saco deberá cubrir el asiento del pantalón.

El pantalón deberá quedar a la altura del tacón del zapato. Si se asoman los calcetines, entonces está corto y si se arrastra, muy largo. Como medida, podemos considerar tres dedos por encima de la altura del suelo.

Cuando se quiera lucir con clase, es muy importante no dejarse llevar por la moda, ya que muchas veces imponen algunos largos poco estéticos en los pantalones.

Los sacos cruzados son más clásicos y formales que los rectos, “pasan por alto a la moda”.

El saco cruzado se viste abrochando generalmente todos los botones, o al menos dos.

El saco recto se viste abrochando sólo el botón superior o los dos botones superiores, dependiendo del número con que cuente. En caso de no abrocharse por completo, siempre deben dejarse sin abrochar los botones inferiores.

Si después de un largo tiempo o de algunas “comidas” el saco queda muy ajustado, es mejor no abrocharlo ya que las notables tiranteces lucen antiestéticas.

Aunque algunos elementos tienden a variar con la moda, las solapas y hechuras mantienen un estilo similar. Los mejores tejidos para trajes de caballero son la lana, el lino, el algodón o la alpaca. Los estampados clásicos se consideran la pata de gallo, el príncipe de gales, la línea diplomática, etc., dependiendo del gusto personal.

En las camisas, los tejidos más recomendables son algodón y seda. Aunque la vestimenta sea sport, es recomendable no desabrochar más de un botón de la misma, pues algunas personas alrededor pueden sentirse incómodas.

Los calcetines deben combinar con los zapatos y/o los pantalones y serán, según el resto de las prendas, oscuros.

El cinturón deberá combinar con los zapatos.

Es mejor no combinar cuadros con rayas, a menos que se tenga el pleno conocimiento de cómo hacerlo; lo mismo al mezclar más de tres colores a la vez. Esta sugerencia aplica también al uso de corbatas estampadas con camisas estampadas o con estampados iguales tanto en la corbata como en la camisa.

Los complementos permitidos para un traje bien vestido, son las mancuernillas o cubre-botones y un alfiler para corbata.

Anillos, los mínimos, de preferencia uno, ya sea el de graduación o el de matrimonio.

Es importante mantener siempre el buen gusto sin perder el estilo personal, aún cuando se adquieran prendas de moda.

jueves, 10 de septiembre de 2009

La Etiqueta Femenina… (O ¿Código de Barras?)

Debido a la gran variedad de atuendos que puede utilizar una mujer a la hora de utilizar la “etiqueta”, es muy difícil usar este término en el sentido más estricto. No existe la uniformidad que se requiere para una etiqueta en general, como en el caso de la etiqueta masculina.

Aún así, existen algunas pautas generales que debemos tomar en cuenta cuando nos solicitan determinado código de vestimenta incluida la “Etiqueta Rigurosa”.

Vestido de cóctel

Podríamos situarlo en elegancia entre el traje de noche y el vestido corto, aunque no siempre es así. A diferencia del vestido corto, suele ser más elegante (puede llevar pedrería y otros detalles de lujo), y el largo va hasta la rodilla o un poco por debajo de la misma.

Los de satín son muy utilizados, aunque la tela depende de la temporada. La elegancia de un vestido dependerá en gran medida del lujo de sus telas. Los bordados y la pedrería son útiles como prenda de etiqueta y acompañar a un frac o esmoquin. Una prenda puede ser de media etiqueta cuando tiene diseños y tejidos más sencillos y puede acompañar a un traje oscuro de corte clásico. Los diseños están muy marcados por la moda.

Los escotes suelen ser discretos, y las espaldas poco descubiertas o totalmente tapadas. Es preferible mantener un corte clásico y elegante. Los colores llamativos son más aceptados durante el día que por la tarde-noche. Los complementos juegan aquí un papel fundamental pues se permite el uso de joyería y bisutería de atrevidos diseños.

El bolso que se recomienda es el de mano, pequeño, de materiales muy diversos como el metal, carey o tela con pedrería. Los zapatos de media altura a juego con el vestido (aunque se admite el alto y el plano, también, dependiendo la ocasión). Aunque existe un tema polémico con las medias, es recomendable su uso ya que estilizan más las piernas de las mujeres. Dejemos el uso de las lentejuelas y plumas para la noche. Se recomienda que el maquillaje sea discreto pero se pueden utilizar colores más atrevidos que en la noche.

Vestido corto

El traje corto, es un traje de día o media tarde, elegante, de corte generalmente clásico, ideal para la mayoría de las ocasiones. Su largo deberá ser a la rodilla o ligeramente por encima, pero nunca debe llegar al corte de una minifalda. El tejido depende de la temporada.

Son vestidos con más colorido que los de noche y no requieren de tanto lujo como pedrería y bordados. En caso de requerirlos, deben ser detalles muy discretos. Como en cualquier prenda de vestir de la mujer, los diseños y tejidos son muy variados y marcados por la moda. Los escotes suelen ser discretos, y las espaldas poco descubiertas o totalmente tapadas. Aunque está permitido casi todo, lo mejor es mantener un corte clásico y elegante. Los complementos permiten el uso de joyería y bisutería con diseños atrevidos.

Los zapatos de media altura (aunque también se admite el alto y el plano de corte actual) y a juego con el vestido. Los bolsos de preferencia pequeños o medianos de diversos materiales. Como en el caso del vestido de cóctel, el maquillaje debe ser discreto pero pueden utilizarse colores más atrevidos. Hay que evitar el uso de lentejuelas, plumas y diseños más apropiados para la noche.

Vestido largo

También se le conoce como traje de noche. Por similitud al vestuario masculino podemos decir que es la prenda de más etiqueta del vestuario femenino. Aunque los diseños están muy influenciados por la moda, se caracterizan por su elegancia y por la utilización de telas de gran calidad: rasos, sedas, terciopelos, etc.

Los vestidos de “etiqueta” cuentan con una gran variedad de diseños como escotes discretos, tirantes sugerentes o espaldas descubiertas, pero siempre se debe tomar en cuenta el buen gusto y la elegancia. El vestido deberá ser largo cubriendo en su totalidad las piernas. Los zapatos deberán ser altos y de tacón fino, a juego con el vestido.

El bolso pequeño, de mano, de metal, carey o de tela con pedrería o brocados. Las joyas deberán ser pocas y de calidad (un collar, unos aretes y alguna pulsera y anillo). Las perlas y los diamantes siguen siendo las reinas de la noche: son elegantes y no pasan de moda. Los vestidos de noche admiten incrustaciones de pedrería, lentejuelas y diseños más lujosos que los vestidos de día. Por regla general, los colores son obscuros, aunque la moda influye mucho en ello. Admite vistosos complementos como los guantes largos hasta el codo o por encima de él, abrigos de fantasía, o de visón, echarpes, mantones, etc.

El caballero que acompañe a una “dama de largo”, debe utilizar un esmoquin o frac.
Fuente: Instituto Europeo de Protocolo.

jueves, 3 de septiembre de 2009

Los buenos modales al enviar un email

A veces lo hacemos de manera inconsciente. Escribimos o respondemos infinidad de correos electrónicos sin darles un toque de distinción. Existen ciertas recomendaciones que podemos tomar en cuenta para que no perdamos nuestros “buenos modales” al enviar correos electrónicos.

Lo primero que debemos hacer, es poner correctamente en nuestro programa de correo los datos del remitente, para evitar correos "anónimos". Es de mala educación enviar un mensaje sin remitente. Incluso en caso de querer permanecer en el anonimato, se pueden remitir los correos con el nombre de pila o un alias, pero nunca en blanco.

Así como en las cartas, los correos deben llevar una cabecera, un cuerpo y un pié con firma. Es recomendable no escribir el texto con letras mayúsculas ya que se interpreta como gritar.

De preferencia no agregues fondos o elementos innecesarios que puedan aumentar el número de bytes a transmitir.

Recuerda tener un remitente para que puedan responder.

Cuando se responde un mensaje, que a su vez es respuesta de otro, deja solamente la última respuesta, pues de lo contrario, vas a enviar un mensaje demasiado voluminoso e innecesario. Suele considerarse innecesario al responder: los saludos de inicio y final del mensaje, la información sobre ruta de transmisión del mensaje y otros datos similares; los comentarios irrelevantes a la respuesta del mensaje, o enviar respuestas que no aportan nada nuevo al propósito del mismo, como por ejemplo alguien que escribe dos páginas de reflexiones y te responde: "Opino lo mismo", dejando completo el mensaje anterior. Está totalmente fuera de toda lógica, y aumenta la transmisión sin razón.

Deja alguna línea en blanco entre tu respuesta y el mensaje original. Conserva el título original para identificar rápidamente el tema que estás tratando.

Cuida la redacción en tus correos, sobre todo cuando te dirijas a empresas o instituciones. En estos casos, procura enviar correos con texto simple; no adjuntes archivos ni envies correos que no te hayan solicitado.

Así, tus correos nunca serán molestos ni borrados sin haberse leído.