viernes, 19 de noviembre de 2010

Cuidados de la piel durante el invierno

El frío del invierno puede generar algunos cambios en la piel como resequedad en el rostro, en las manos y en los pies.

Durante este periodo, es importante que consideres el tener algunos cuidados especiales para que tu piel se mantenga hidratada y no padezca durante la época de frío.

1. Acude a un especialista Considera el visitar a algún especialista como tu dermatólogo o una farmacia dermatológica en donde te realicen un diagnóstico para identificar cuál es tu tipo de piel y los productos adecuados para ti. No requieres de una fuerte inversión ya que no necesariamente los productos más caros son los mejores. Lo importante es que sean los productos indicados para tu piel.

2. Mantén la piel más humectada Probablemente cuentes con una humectante que te funciona durante la época de calor, pero en la época de frío, puede ser que requieras hacer un cambio en tu rutina. Un ungüento o pomada con base de aceite, en lugar de base de agua, puede servir de mayor protección, ya que el aceite forma una capa protectora en la piel que ayuda a mantener una humectación mayor a diferencia de la crema o la loción.

Los aceites debes seleccionarlos con cautela ya que no todos son apropiados para el rostro. Busca los no obstructivos como el aceite de aguacate, aceites minerales o aceite de almendra. Evita los aceites vegetales ya que causarían una obstrucción en los poros faciales.
También puedes conseguir lociones que contengan humectantes, como la glicerina y el sorbitol
que atraen la humectación a tu piel.

3. No olvides tu protector solar Recuerda que en el clima de invierno en la sombra hace frío y el sol quema, así que no olvides seguir usando un protector solar de amplio espectro en las zonas que estén expuestas a la intemperie. Si estarás fuera por mucho tiempo, procura aplicarlo nuevamente.

4. Dale a tus manos un cuidado especial La piel de las manos es más delgada que la de otras zonas del cuerpo ya que contiene una mínima parte de glándulas sebáceas, lo cual implica que es más difícil mantenerla humectada, especialmente durante el frío y en los climas secos, lo que puede propiciar una fuerte resequedad o agrietamiento. Utiliza una crema para manos las veces que sea necesaria y si el clima es muy frío, utiliza guantes al salir.

5. Evita los baños muy calientes Es cierto que una vez que nos hemos despojado de todas nuestras prendas el frío se apodera de nosotros y deseamos meternos a la regadera con el agua muy caliente. Aunque de momento consideramos que es la mejor opción, en realidad no es una buena idea ya que el agua muy caliente rompe las barreras de lípidos en la piel lo que puede propiciar una pérdida de humedad. Es preferible utilizar agua tibia y permanecer poco tiempo en la regadera.

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