jueves, 10 de septiembre de 2009

La Etiqueta Femenina… (O ¿Código de Barras?)

Debido a la gran variedad de atuendos que puede utilizar una mujer a la hora de utilizar la “etiqueta”, es muy difícil usar este término en el sentido más estricto. No existe la uniformidad que se requiere para una etiqueta en general, como en el caso de la etiqueta masculina.

Aún así, existen algunas pautas generales que debemos tomar en cuenta cuando nos solicitan determinado código de vestimenta incluida la “Etiqueta Rigurosa”.

Vestido de cóctel

Podríamos situarlo en elegancia entre el traje de noche y el vestido corto, aunque no siempre es así. A diferencia del vestido corto, suele ser más elegante (puede llevar pedrería y otros detalles de lujo), y el largo va hasta la rodilla o un poco por debajo de la misma.

Los de satín son muy utilizados, aunque la tela depende de la temporada. La elegancia de un vestido dependerá en gran medida del lujo de sus telas. Los bordados y la pedrería son útiles como prenda de etiqueta y acompañar a un frac o esmoquin. Una prenda puede ser de media etiqueta cuando tiene diseños y tejidos más sencillos y puede acompañar a un traje oscuro de corte clásico. Los diseños están muy marcados por la moda.

Los escotes suelen ser discretos, y las espaldas poco descubiertas o totalmente tapadas. Es preferible mantener un corte clásico y elegante. Los colores llamativos son más aceptados durante el día que por la tarde-noche. Los complementos juegan aquí un papel fundamental pues se permite el uso de joyería y bisutería de atrevidos diseños.

El bolso que se recomienda es el de mano, pequeño, de materiales muy diversos como el metal, carey o tela con pedrería. Los zapatos de media altura a juego con el vestido (aunque se admite el alto y el plano, también, dependiendo la ocasión). Aunque existe un tema polémico con las medias, es recomendable su uso ya que estilizan más las piernas de las mujeres. Dejemos el uso de las lentejuelas y plumas para la noche. Se recomienda que el maquillaje sea discreto pero se pueden utilizar colores más atrevidos que en la noche.

Vestido corto

El traje corto, es un traje de día o media tarde, elegante, de corte generalmente clásico, ideal para la mayoría de las ocasiones. Su largo deberá ser a la rodilla o ligeramente por encima, pero nunca debe llegar al corte de una minifalda. El tejido depende de la temporada.

Son vestidos con más colorido que los de noche y no requieren de tanto lujo como pedrería y bordados. En caso de requerirlos, deben ser detalles muy discretos. Como en cualquier prenda de vestir de la mujer, los diseños y tejidos son muy variados y marcados por la moda. Los escotes suelen ser discretos, y las espaldas poco descubiertas o totalmente tapadas. Aunque está permitido casi todo, lo mejor es mantener un corte clásico y elegante. Los complementos permiten el uso de joyería y bisutería con diseños atrevidos.

Los zapatos de media altura (aunque también se admite el alto y el plano de corte actual) y a juego con el vestido. Los bolsos de preferencia pequeños o medianos de diversos materiales. Como en el caso del vestido de cóctel, el maquillaje debe ser discreto pero pueden utilizarse colores más atrevidos. Hay que evitar el uso de lentejuelas, plumas y diseños más apropiados para la noche.

Vestido largo

También se le conoce como traje de noche. Por similitud al vestuario masculino podemos decir que es la prenda de más etiqueta del vestuario femenino. Aunque los diseños están muy influenciados por la moda, se caracterizan por su elegancia y por la utilización de telas de gran calidad: rasos, sedas, terciopelos, etc.

Los vestidos de “etiqueta” cuentan con una gran variedad de diseños como escotes discretos, tirantes sugerentes o espaldas descubiertas, pero siempre se debe tomar en cuenta el buen gusto y la elegancia. El vestido deberá ser largo cubriendo en su totalidad las piernas. Los zapatos deberán ser altos y de tacón fino, a juego con el vestido.

El bolso pequeño, de mano, de metal, carey o de tela con pedrería o brocados. Las joyas deberán ser pocas y de calidad (un collar, unos aretes y alguna pulsera y anillo). Las perlas y los diamantes siguen siendo las reinas de la noche: son elegantes y no pasan de moda. Los vestidos de noche admiten incrustaciones de pedrería, lentejuelas y diseños más lujosos que los vestidos de día. Por regla general, los colores son obscuros, aunque la moda influye mucho en ello. Admite vistosos complementos como los guantes largos hasta el codo o por encima de él, abrigos de fantasía, o de visón, echarpes, mantones, etc.

El caballero que acompañe a una “dama de largo”, debe utilizar un esmoquin o frac.
Fuente: Instituto Europeo de Protocolo.

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