jueves, 2 de septiembre de 2010

El perfume… imán de los recuerdos


Existen dos elementos que me generan un despertar de emociones dormidas, de recuerdos, de vivencias… La música y el Perfume.

Es inevitable que mi memoria olfativa se quede quieta cuando percibo el aroma de alguna fragancia que solía haber en el ambiente en algún momento memorable de mi vida y así, mi mente y mi olfato se enganchan hasta verme envuelta en el espiral del tiempo.

Indiscutiblemente, como los buenos vinos y la buena música, las fragancias también son perdurables, por lo que debemos ser cuidadosos a la hora de elegir la nuestra.

El perfume ha sido usado a lo largo de la historia y ha tenido un gran valor para cada cultura.

Dependiendo de la concentración de los aceites esenciales y de la cantidad de alcohol con el que se prepara, el perfume tiene varias categorías.

Eau de Perfume Contiene entre un 15 y un 20% de aceites esenciales. Este tiene la concentración más alta de componentes en la fragancia. Es muy inteso y se evapora lentamente, pero desafortunadamente es muy caro.

Eau de Toilette Tiene entre un 8 y un 17% de aceites esenciales. Es adecuado para el día y es más ligero que el perfume.

Eau de Cologne También es conocida como agua de perfume. Es mucho más ligera y tiene alrededor del 5% de aceites esenciales.

Eau de Fraiche Tiene entre 1 y 3% de aceites esenciales y es la fragancia más diluida.
Todos los perfumes están hechos con alcohol etilo desnaturalizado y aceites esenciales. Las plantas más comunes en su fabricación son: bergamota, cardamomo, madera de cedro, gardenia, lavanda, limón, iris, jazmín, naranja, frambuesa, salvia, rosa, musgo, sándalo, vainilla, violeta, eucalipto, anís, kiwi y manzana, entre otros.

Cómo elegir un perfume. La elección debe ser cuidadosa y de acuerdo a la ocasión y al clima. En días calurosos, las fragancias frescas y frutales son las más apropiadas, mientras que las más aromáticas son bien recibidas en los días fríos. Una fragancia fuerte va de acuerdo con un evento de noche.

Utiliza fragancias que sean sutiles, agradables y limpias. Lo más importante es que el perfume se fusione con tu personalidad.

Y recuerda:

Los perfumes frutales y florales son tranquilizantes, frescos y sensuales.

Los perfumes muy aromáticos despiertan instintos sexuales y funcionan como afrodisiacos.

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