jueves, 18 de febrero de 2010

El arte de pedir favores

Muchas veces pedimos favores sin considerar las implicaciones que estos conllevan. Para algunas personas, puede existir una ambivalencia en relación a ellos. Por muy duro que parezca, el pedir un favor, aunque sea con amabilidad, es generalmente una imposición. Puede ser la solicitud injusta de algún privilegio y, finalmente, cuando recibimos un favor estamos a mayor o menor medida en deuda con aquellos que nos lo otorgan.

Por estas razones es muy importante pensar dos veces antes de pedir un favor. Esto no quiere decir que no debamos hacerlo, simplemente hay que buscar una solución antes de causar molestias a otros.

El pedir favores con frecuencia nos limita a buscar alternativas. El resolver los problemas con autonomía nos da mucho más satisfacción.

Antes de solicitar un favor, debemos tomar en cuenta el trabajo que daremos a la persona a la que lo solicitamos. Hay favores que no tienen tantos inconvenientes, como el llevar a un compañero de trabajo de regreso a su casa cuando es vecino tuyo, pues finalmente tomarás el mismo camino; pero también existen los que afectan a otros en diferente medida. Por ejemplo, el pedir a tu compañero de trabajo que te lleve a tu casa cuando va hacia otro rumbo.

Las implicaciones son mayores ya que podría tener un compromiso y llegue tarde a él por el desvío o algunas otras implicaciones en torno al favor que estás solicitando. En este caso, debes tomar en cuenta que tu deuda con él será mayor y estar consciente que deberás pagarlo en algún momento, ya sea que él te lo solicite o que tú se lo ofrezcas.

Es muy importante que consideres cómo afectarás a otra persona al pedirle que te haga un favor, y la misma consideración debes tener si la persona te ofrece el favor, pues siempre habrán implicaciones de por medio; por lo que es elemental que primero busques tus alternativas para resolver el problema antes de causar molestias a otros.

Los favores con los amigos.

Algunas personas sienten que los amigos están para hacer favores. La amistad no se basa en lo que uno pueda obtener de los amigos, sino en los momentos que se disfrutan con ellos. Es común que se den como intercambio, pero es relevante que exista reciprocidad en ello. El que primero trates de resolver tus problemas y solicites el favor como último recurso, también aplica con los amigos,

“Nunca pidas a un amigo un favor que tú no estarías dispuesto a hacer por él”

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